La Agricultura Regenerativa es un término que oímos cada vez más en los discursos oficiales y en el propio sector agroalimentario. No existe una única definición para este concepto y de hecho hay diferentes corrientes al respecto. Algunas de tipo prescriptivas y por tanto centradas en los procesos (lo que debe hacerse, las prácticas de manejo) y otras que prefieren apoyarse en los resultados potencialmente obtenibles (lo que quiere conseguirse, los beneficios). No obstante, todas coinciden en que la Agricultura Regenerativa debe revertir un proceso de crisis medioambiental en el que está sumido el sector agrario (pérdida de biodiversidad, emisiones de gases de efecto invernadero, degradación de suelos, vulnerabilidad ante el cambio climático, estancamiento de rendimientos…). La recuperación de suelos vivos y funcionales es otro elemento central en las diferentes corrientes, con el almacenamiento de carbono y mecanismos potenciales de financiación (mercado voluntario de carbono, pago por servicios ambientales) o diferenciación (certificaciones) como principales estímulos para el cambio en el sector privado. Pero algunos de los prescriptores de la agricultura regenerativa añaden a la receta otros ingredientes que parte del sector no abraza, como la reconexión entre la agricultura y la ganadería o la no utilización de pesticidas.

En definitiva, hay muchas cuestiones aún abiertas que posiblemente irán cerrándose en los próximos años. Por ejemplo, necesitaremos una definición más acotada del término para que la ciencia pueda medir objetivamente el potencial de la agricultura regenerativa, y así no correr el riesgo de banalización en el que han caído otros términos (como agricultura sostenible). También los mecanismos de financiación necesitarán coordenadas más precisas si queremos que los resultados sean monitorizables y verificables. Los consumidores querrán entender qué les ofrece el sector con este nuevo cambio, y lo demandarán de la manera más transparente posible. Y los agricultores y ganaderos buscarán formarse en esta materia para poder dar respuesta a la demanda, y conocer la complementariedad entre estas medidas y otras impulsadas por los organismos oficiales, así como comprender de manera transparente el comercio de sus hipotéticos derechos de carbono.

A través de este comité se busca contestar mediante un documento en formato pregunta/respuesta, cuestiones como ¿Qué es la agricultura regenerativa y de dónde viene este concepto? ¿Qué aporta de nuevo a las buenas prácticas agronómicas ya conocidas? O incluso analizar la relación entre agricultura regenerativa, cambio climático y biodiversidad.

Puedes disponer del resumen de la sesión elaborado por los voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) pinchando aquí