En anteriores ocasiones y en distintos foros medioambientales nacionales e internacionales, se han presentado iniciativas que tienen una clara y contundente intencionalidad: La reutilización como concepto fundamental cuando se habla de implementar una auténtica economía circular, no se está aplicando bien en los procesos de gestión municipal, esencialmente cuando hablamos de residuos sólidos urbanos y las razones son simples y sencillas de comprender: No hay voluntad ni económica ni política en reformular lo que muchos teóricos han recomendado en incontables eventos de los últimos 10 años. Rescatar y tratar la cultura escrita de la basura -filón atemporal e inagotable de riqueza y desarrollo- como la fuente de múltiples recursos que nuestra sociedad, no es aventurarse en un proyecto hacia lo desconocido, es permitir a la economía circular y a la creatividad de cada persona que cada uno de sus pasos y actos tengan una razón de ser.
Bastantes años llevamos demostrando lo que pueda dar nuestro Proyecto U.R.R.A.C.A. y lo que puede hacer y para lo que puede servir cuando las circunstancias son otras imprevistas; más fallecimientos de los diarios -durante el COVID- y muchas jubilaciones, desahucios y otras figuras espejo de despilfarro y destrucción cultural, nos han hecho ver que el concepto de Economía Circular cuando se aplica a la gestión de papel y cartón de nuestros núcleos urbanos, esta estrepitosamente fallando. Es evidente que jamás podrán considerarse igual un libro que un "cartón de huevos", pero la realidad es que son lo mismo para un contenedor de papel y lo más lamentable es que esta igualdad de dos recursos muy distintos, es así para muchos ciudadanos que no tienen, por desgracia, otra alternativa.
Mi comunicación desarrolla varias iniciativas de creatividad y algunos ejemplos para apoyar la necesidad de acabar con esta economía circular del derroche que existe debido a que es una economía circular apañada, es decir amoldada a que algunos entes y sectores productivos puedan seguir haciendo lo que no deberían: destruir la cultura escrita de la basura, un patrimonio de la humanidad, que a través de esta comunicación visualizaremos como se merece. En un contexto de planeta, donde siempre han existido los momentos de anomalía conductual y cuando se pensaba que la humanidad estaba ya en otra esfera de proceso global, vemos como aparece por el Este de Europa, una grave e inquietante anomalía conductual que sin duda evidencia lo obvio: Que más da lo que se edite, publique, investigue, difunda, guarde, preserve y no se cuantos más verbos sinónimos, si acaba donde todos decimos: "la basura".
Hora ya es de que la economía circular cuando se introduce en un proceso de gestión, sea eso "circular", no cuadrangular, ni pentagonal, ni ninguna otra figura geométrica. Sólo así daremos sentido a la existencia, permanencia y valor de otros elementos culturales que llevan mucho tiempo entre nosotros.